MATEO 28:19
MATEO 28:19
"Si tienes a Cristo, lo tienes todo" - Pastor Orlando Perez
El Ministerio Internacional Sin Límites, Inc. (MISL, Inc.), fue fundado en el año 2006 por el Apóstol Orlando Pérez. Su mayor propósito es el de proveer cobertura a pastores y ministros, así como a sus iglesias, dándoles apoyo tanto emocional como espiritualmente y brindando orientación y consejería durante su trayecto ministerial. MISL, Inc. ha sido bendecido en gran manera y su obra se ha ido extendiendo a través de todo el continente americano, dando cobertura a pastores e iglesias en Estados Unidos, el Caribe, Centro y Sur América. Este ministerio cuenta con un Departamento de Misiones, el cual ha logrado diversos viajes misioneros a diferentes países y el Departamento de Educación, el cual cuenta con varios Institutos Bíblicos en Estados Unidos, Puerto Rico, México y Nicaragua y una Universidad Teológica en el estado de la Florida, con la visión de continuar expandiéndose a otros lugares. Este cuerpo ministerial ha visto y creído que verdaderamente nada es imposible para Dios y Él continuará bendiciendo esta obra que fue levantada por grandes hombres de Dios y ha unido a grandes ministros, pastores e iglesias a esta gran familia en Cristo, para su edificación y la gloria del Padre.
1 Timoteo 3:1
IGLESIAS
Colosense 1:18
Estados Unidos, California, Carolina del Sur,
Florida, y New England
Cuba, Puerto Rico, y República Dominicana
Argentina, Colombia, México, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Honduras
Unete
Las Sagradas Escrituras, son verbalmente inspiradas por Dios y sin error, tanto el Antiguo como en el Nuevo Testamento (1 Tim. 3:15-17; 1 Tes. 2:13; 2 Pe. 1:12).
El único y verdadero Dios en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. El único verdadero Dios se ha revelado como el eterno existente en sí mismo “YO SOY”, el Creador del cielo y la tierra y Redentor de la humanidad, y quien en su revelación, al ser una Unidad de personas, se presenta como UNO (Deut. 6:4; Is. 43:10, 11; Mt. 28:19).
La deidad de Jesucristo, su nacimiento virginal (Mt.1:23; Lc. 1:31-35); su vida sin pecado (He. 7:26; 1 Pe. 2:22); sus milagros (Hch. 2:22; 10:38); su obra sustituta en la cruz (1 Cor. 15:3; 2 Cor. 5:21); su resurrección corporal (Mt. 28:6; Lc. 24:39; 1 Cor. 15:4); su exaltación a la diestra del Padre (Hch. 1:9-11; 2:33; Fil. 2:9-11; He. 1:3); y su regreso personal en poder y gloria (Mt. 16:27; 24:30; 2 Tes. 1:7-9; Ap. 1:7)
La caída y redención del hombre. El hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, pero por su transgreción a la ley divina fue destituido de la comunión con su Creador. Su única esperanza de redención es a través de la sangre vertida por Jesucristo el Hijo de Dios. (Gn. 1:26, 27; 2:17; Rom. 5:12– 19; Lc. 24:47; Jn. 3:3; Rom. 10:13-15; Ef. 2:8; Tito 2:11; 3:5-7)
En el Bautismo por inmersión en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo y la Cena del Señor como ordenanzas del Señor (Mr. 28:19; 16:16; Hch. 10:47, 48)
En la llenura del Espíritu Santo subsecuente al nuevo nacimiento, trayendo convicción al incrédulo y efectuando la regeneración en él. El Espíritu Santo, sella, habita y bautiza a cada creyente en el cuerpo de Cristo (Jn. 16:8-11; Rom. 8:9; 1 Cor. 12:12-14; Ef. 1:13-14)
En la Santificación como un acto de separación del mal y dedicación a Dios y su servicio (Rom. 12:1, 2; 1 Tes. 5:23; He. 12:14; 1 Pe. 1:15, 16).
La iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios a través del Espíritu, divinamente señalada para el cumplimiento de su gran comisión (Ef. 1:22, 23; 2:11; He. 12:23).
En un ministerio divinamente llamado y ordenado por nuestro Señor Jesucristo, para la evangelización del mundo (Mar. 16:15-20); la adoración de Dios (Jn. 4:23, 24); y la edificación del cuerpo de santos, perfeccionándose a la imagen de su Hijo (Ef. 4:11-16).
La salvación se encuentra solo en Cristo, excluyendo así, todo otro camino para llegar a Dios (Hechos 4:12). La salvación es un don de Dios por gracia. Por lo tanto, es algo que el pecador recibe de forma inmerecida basada en los méritos de Cristo alcanzados durante su vida, muerte y resurrección (Efesios 2:8). La salvación solo puede ser recibida cuando ponemos nuestra fe en Aquel que murió por nosotros, excluyendo la posibilidad de que nuestras obras puedan contribuir (Efesios 2:8, 9; Romanos 3:28)
El propósito de la salvación que recibimos es glorificar a Dios; poner de manifiesto las excelencias o virtudes de su carácter (Efesios 1:4-6; 1 Pedro 2:9)
Enseñamos el retorno inminente de nuestro Señor Jesucristo (Mt. 24:42-44). El rapto de la iglesia parece ser el próximo evento profético a cumplirse antes de iniciarse el período de la tribulación, el cual tendrá una duración de siete años (Dn. 9:24-27; 12:11; Ap. 11:2-3; 12:6; 13:5). Este período de tribulación será seguido por el reino del Milenio en la tierra, donde Cristo reinará (Ap. 20:1-4). Por tanto, debemos vivir nuestras vidas como si Cristo fuese a retornar hoy.
Enseñamos la resurrección del cuerpo de todos los creyentes y de los no creyentes al final de los tiempos (Hechos 24:15); los primeros heredarán la vida eterna y los últimos sufrirán tormento eterno (Mateo 25:31-46).
En el Cielo Nuevo y Tierra Nueva; Dios en su inmensa misericordia, ofrece a los justos la perfecta heredad de Cielo Nuevo y Tierra Nueva (2 Pe. 3:13; Ap. 21:22).
MISL
Presidente y Fundador
Director de Educación
Director de Misiones
Supervisor de Norte América y Caribe
Supervisor de Centro y Sur América